El aumento de las temperaturas influye en la obesidad, concluyen los expertos. Un estudio publicado en 2017 por investigadores holandeses indica que por cada grado de aumento en la temperatura ambiental se produce un aumento del 0,29 por ciento de obesidad y del 0,3 por ciento de diabetes.
Según la OMS, el sobrepeso y la obesidad se encuentran entre las principales causas de muerte y discapacidad en Europa y están vinculados a muchas Enfermedades No Transmisibles, como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. En plena época estival y en las condiciones de un calentamiento global, las previsiones empeoran.
En los últimos años en nuestro país se ha observado una mayor prevalencia de obesidad en aquellas regiones con temperaturas más elevadas. Expertos de OPEN España han recordado que en zonas entre 17,8 y 21,3 grados centígrados registrados, una de cada tres personas presenta obesidad, mientras que en lugares con temperaturas entre 10,4 y 14,5 grados centígrados esta proporción disminuye a una de cada cuatro.
En verano es más fácil ganar peso
La grasa corporal es un importante regulador de la temperatura. Por tanto, cuando hace frío la grasa subcutánea nos aísla térmicamente y nos calienta. Se produce un proceso fisiológico en las propias células grasas llamado ‘amarronamiento’. Mediante el mismo, se quema la propia grasa para generar calor y mantener la temperatura corporal.
En condiciones normales, el aumento de la temperatura ambiental haría que disminuya a necesidad de ingesta calórica y el organismo ahorraría energía. Sin embargo, en la época estival cuando hace mucho calor, el ‘amarronamiento’ no se produce. En vez de gastar calorías, éstas se ahorran y resulta más fácil ganar peso.
No hay que olvidar que, debido al calor externo, disminuye la actividad física, aumenta el sedentarismo y muchas veces en la época vacacional se abandona por completo la dieta.
Por todo esto, los expertos subrayan la importancia de investigar los efectos de la temperatura ambiental sobre el metabolismo del tejido adiposo. De cara al futuro, sería una de las claves para prevenir el aumento de los índices de obesidad a nivel mundial.