El consumo de ultraprocesados ​​se asocia con el funcionamiento psicosocial en adolescentes, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto Nutrients. Tras analizar los hábitos de 560 jóvenes españoles en edad entre 14 y 17 años, los investigadores del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) y del Institut d’Investigació Biomèdica de Girona (Idibgi) han determinado que consumen una mayor cantidad de alimentos y bebidas ultraprocesadas, razón por la cual presentan mayor grado de problemas de salud mental. Un trabajo en el que han colaborado la Facultad de Medicina y el Instituto de Neurociencias, ambos de la UAB, y la Agencia de Salud Pública de Barcelona.

La mayoría de los participantes indicó haber consumido con frecuencia ultraprocesados. Entre ellos, embutidos, galletas y carnes procesadas, productos de chocolate, aperitivos, bebidas de chocolate y salsas industriales.

El consumo de ultraprocesados ​​se asocia con el funcionamiento psicosocial en adolescentes y en España la compra de alimentos y bebidas ultraprocesadas se ha triplicado en las últimas décadas. Apunta a los adolescentes como los principales consumidores de este tipo de productos industriales. Su principal característica es su baja cantidad de nutrientes, alto contenido calórico y presencia de aditivos que los hacen muy palatables y adictivos.

Múltiples trastornos que ponen en riesgo la salud mental

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que las consecuencias de no abordar las condiciones de salud mental durante la adolescencia se extienden hasta la edad adulta. Los estudios epidemiológicos actuales estiman que 1 de cada 7 adolescentes experimenta problemas de salud mental. La depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento se encuentran entre las principales causas de enfermedad y discapacidad. Identificar los factores que interactúan con los problemas de salud mental permitirá el desarrollo de estrategias preventivas. Una dieta, caracterizada por un alto consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados es un factor de riesgo potencialmente modificable para los trastornos mentales.

Recientes estudios han comenzado a arrojar luz sobre los efectos adversos que tiene el consumo de ultraprocesados en la salud mental. Se ha encontrado asociación entre su frecuente consumo y los problemas de internalización, los síntomas depresivos, los trastornos inducidos por la ansiedad y el riesgo para la salud mental. Algunos de estos efectos son específicos del sexo. Las chicas mostraron una mayor problemática psicosocial, especialmente en relación con el estado de ánimo bajo y las sensaciones de ansiedad. Los problemas de conducta fueron similares entre ambos sexos.

La evidencia preclínica ha mostrado que las partículas nanométricas contenidas en algunos aditivos, ácidos grasos trans y químicos dañan varias regiones del cerebro, incluido el hipocampo y la corteza, implicadas en los procesos emocionales.