En verano se dispara la demanda de balón intragástrico por ser un tratamiento no invasivo que permite bajar tres tallas en dos meses, señalan desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). En determinadas épocas, como el principio del año, el inicio del periodo estival o la reentrada laboral tras las vacaciones, esta tendencia se refleja claramente en el aumento de tratamientos contratados. A pesar de que la mayoría de los pacientes cumplen los requisitos para someterse a una cirugía bariátrica, prefieren alternativas menos invasivas con seguimiento nutricional y un resultado similar, añaden desde el Instituto.

“Cada año observamos que con la llegada del verano aumenta la demanda de determinados tratamientos como el balón intragástrico, básicamente porque ofrece una ayuda que permite lograr una pérdida de peso relativamente rápida, comparable con pasar a llevar una media de tres tallas menos en un par de meses. Posteriormente, con el seguimiento nutricional, también es un aliado para no recuperar el peso perdido durante las vacaciones”, argumenta Rubén Bravo, portavoz del Instituto. Una decisión que a menudo viene de rebote de una ‘operación bikini’ fallida, donde la desesperación y la frustración de los pacientes por no lograr a desprenderse de los kilos de más con dieta y ejercicio culmina en optar por esta solución que perciben como infalible y segura.

Para quien está aconsejado

Desde el IMEO desaconsejan que se acuda a este tratamiento con el objetivo de “perder peso rápidamente y sin esfuerzo” o como “operación bikini”. El balón intragástrico debe prescribirse como una oportunidad para recuperar el peso saludable y mejorar el estilo de vida, por lo que es fundamental que durante todo el proceso haya un seguimiento nutricional y en ocasiones, psicológico. El perfil de los pacientes a los que recomendamos este procedimiento y ha demostrado gran eficacia, suelen ser personas que siempre han tenido un ligero sobrepeso (entre 5Kg y 10Kg) y que por alguna razón ese peso ha aumentado a un problema de obesidad moderada (de 15Kg a 30Kg de exceso de peso). “Estas razones son muy diversas, siendo las más habituales el embarazo, la menopausia, un periodo de depresión o ansiedad, una lesión o cirugía que reduce la actividad y el gasto calórico”, apunta Bravo.

Cómo funciona el ‘globo ingerible’  

Consiste en un dispositivo hecho de silicona médica, un material muy flexible y altamente resistente que se introduce en el estómago por la boca a través de una endoscopia. Posteriormente se llena de una solución salina, ocupando dos terceras partes del estómago, produciendo una sensación de saciedad y de “estar lleno”, lo que facilita el seguimiento de un plan de adelgazamiento.

El balón intragástrico ayuda al paciente en dos fases diferentes. En primer lugar, le aporta un apoyo fundamental para perder los primeros 10-15 kilos en dos o tres meses. Esto resulta de gran ayuda a personas que no están logrando sus objetivos haciendo un plan de alimentación combinado con actividad física. En segundo lugar, sobre todo cuando se implanta el modelo de balón intragástrico que permanece durante un año en el estómago, buscamos la reeducación nutricional y mejora del estilo de vida saludable y activo para conseguir resultados a largo plazo y trabajar con el paciente un plan de mantenimiento, para ello el seguimiento nutricional durante todo el proceso es clave.

“Es una intervención sencilla que encaja sobre todo a las personas reticentes a la cirugía, ya que se evitan los riesgos y complicaciones propios de un procedimiento quirúrgico. “Además de facilitar la pérdida de peso a corto plazo, ayuda en la disminución de la ansiedad y de cualquier conducta compulsiva, jugando un papel muy importante en el control y prevención de enfermedades crónicas como hipertensión, trastornos del corazón, diabetes, hígado graso o síndrome de ovario poliquístico”, explica Bravo.

Objetivo final: alcanzar y mantener un peso saludable 

El objetivo final que nos permite lograr este método es mantener un estilo de vida activo y un peso saludable en el tiempo. Por ello, es necesario tomar cartas en el asunto antes de que la salud se resiente y no esperar a llegar a un exceso de peso muy grave para buscar una solución.

El procedimiento se realiza en ámbito hospitalario, por un especialista en endoscopia digestiva bajo sedación y tiene una duración de aproximadamente 30 minutos, antes de la implantación del balón se realiza una endoscopia de control para evaluar la salud del estómago.