Jubilarse más tarde puede ir contra la salud de los trabajadores en una edad más avanzada, según un estudio de la Fedea. Recientemente muchos estados europeos, entre ellos España, han aumentado la edad legal de jubilación. Actualmente en nuestro país, la edad ordinaria de retirarse es a los 65 años, siempre que se hayan cotizado 37 años y seis meses o más al régimen contributivo de la Seguridad Social. Para todos aquellos que no hayan llegado a cotizar esos años, esta última se sitúa en los 66 años y dos meses.
También existe la jubilación forzosa que permite al trabajador retirarse a los 61 años, siempre y cuando ha cotizado un mínimo de 37 años y seis meses. De no hacerlo, deberá esperar hasta los 62 años y dos meses.
La última reforma de las pensiones en España se estableció en 2011. Según ella, en el año 2027 la edad legal para acceder a la jubilación sería 67 años.
Ante esta situación, Fedea recomienda combinar la jubilación flexible con el aumento de la edad legal de jubilación como “una buena política para mitigar el coste” para el sistema sanitario público, así como permitir la jubilación anticipada en los sectores agotadores física o mentalmente.
Efectos adversos en la salud de los trabajadores en edad avanzada
Según el estudio, la mortalidad es mayor para aquellos trabajadores que provienen de sectores donde los accidentes laborales son más frecuentes. Además, depende del estrés mental y social que experimentan los individuos antes de la jubilación. De esta manera retrasar un año la salida del mercado laboral puede aumentar el riesgo de morir entre los 60 y los 69 años en 5,3 puntos porcentuales para las personas con trabajos de alta carga psicosocial y en 3,6 puntos porcentuales para las personas con trabajos de baja carga psicosocial.
En cuanto a la sensación de logro y reconocimiento de los individuos en su último puesto, se ha demostrado que sólo los que trabajan en sectores de baja autovaloración tienen más probabilidades de morir cuando se enfrentan a un retraso de un año en la salida del trabajo.
Permitir que los trabajadores reduzcan gradualmente su tiempo de trabajo al final de su carrera, puede convertir la jubilación parcial en una opción. Esto puede incentivarlos a permanecer más tiempo en la población activa sin perjudicar su salud.
Los resultados del estudio son de carácter informativo para los responsables políticos. Su fin es mostrar que este tipo de reformas pueden tener un impacto negativo en la salud de la población. Éstos se pueden mitigar, si se permite la jubilación anticipada para los individuos con trabajos física o mentalmente agotadores. El estudio también baraja la posibilidad de reducir el tiempo de trabajo para los trabajadores de más edad al final de su carrera. Con ello, se abre la puerta a la posibilidad de convertir la jubilación parcial en una opción, que a su vez puede incentivar a los trabajadores a permanecer más tiempo en la población activa sin perjudicar su salud.