Los retoques estéticos más demandados entre jóvenes menores de 35 años son los tratamientos con botox y ácido hialurónico con efecto antienvejecimiento. La Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) avisa de que, en 2022, su demanda se ha incrementado un 10 por ciento.

El ácido hialurónico es un componente presente de forma natural en nuestras articulaciones, cartílagos y piel. Con el paso del tiempo este ingrediente de la dermis se va perdiendo de forma progresiva, la piel se vuelve más seca, pierde firmeza y aparecen las arrugas.

Los rellenos faciales con microinyecciones son de gran ayuda a la hora de hidratar la piel, darle luminosidad y volumen, disminuyendo sustancialmente las antiestéticas arrugas. Se trata de un tratamiento médico, rápido y poco doloroso, con un efecto demostrado a largo plazo que puede permanecer hasta doce meses.

Al mantener la hidratación en los tejidos y estimular el nivel de colágeno, el ácido hialurónico ayuda a mantener la piel joven y elástica. Es reabsorbible, por lo que se puede emplear sin límite de dosis o sesiones. No obstante, los dermatólogos recomiendan optar por fórmulas con mayores concentraciones de ácido hialurónico, por su mejor calidad y eficacia. Si se aplica en una piel deshidratada, este principio podría absorber la poca humedad de la piel, dejándola más seca y consiguiendo el efecto contrario.

Retoques estéticos con botox

El otro gran aliado a la búsqueda de un aspecto más joven es el botox, una proteína externa que permite mejorar la apariencia facial ‘sin bisturí’. Este procedimiento estético se basa en aplicar la toxina botulínica en dosis muy bajas, inyectándola en los músculos donde se pueden generar marcas de expresión o arrugas.  Es más frecuente en pacientes menores de 35 años que aún no han desarrollado fuertes líneas de expresión. Suele renovarse a cabo de un año.

Por otra parte, el bótox también ayuda con dos problemas dermatológicos bastante comunes como son el acné y la rosácea. Infiltrado de forma más diluida con la técnica de mesoterapia, puede regular la secreción sebácea, mejorar el acné y prevenir los brotes. Además, estimula la producción de colágeno y elastina, con lo que atenúa las marcas y cicatrices que pudieran quedar. En el caso de la rosácea, se consigue una reducción del edema, del eritema y del enrojecimiento.