Menos carbohidratos, menor riesgo de diabetes: es la conclusión a la que ha llegado un nuevo estudio de la Universidad de Tulane, en Estados Unidos. Según él, una dieta baja en carbohidratos puede ayudar a los diabéticos no medicados y a los que tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad a reducir su nivel de azúcar en sangre.
El estudio, publicado por la revista JAMA Network Open, comparó dos grupos de personas. El primero mantenía una dieta baja en carbohidratos y el segundo continuaba con su alimentación habitual. Las grasas constituyeron alrededor de la mitad de las calorías consumidas por aquellos en el grupo bajo en carbohidratos. En su mayoría eran grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas saludables que se encuentran en alimentos como el aceite de oliva y las nueces.
Después de seis meses, los que tomaban menos carbohidratos tuvieron mayores caídas en la hemoglobina A1c, un marcador de los niveles de azúcar en la sangre. Asimismo, se comprobó que los integrantes de este grupo lograron perder peso y tuvieron niveles más bajos de glucosa en ayunas.
“El mensaje clave es que una dieta baja en carbohidratos, si se mantiene, podría ser un enfoque útil para prevenir y tratar la diabetes tipo 2, aunque se necesita más investigación”, señala la autora del estudio, Kirsten Dorans.
Entorno al 10 por ciento de la población mundial es diabética
La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre. A la larga afecta el corazón, los vasos sanguíneos, la vista, los riñones y el sistema nervioso. Según la Federación Internacional de la Diabetes, 537 millones de personas de entre 20 y 79 años en el mundo viven con esta enfermedad. Esto representa el 10% de la población mundial en este grupo de edad. Se estima que nueve de cada diez diabéticos tienen diabetes mellitus tipo dos, que sí es prevenible con una dieta saludable y actividad física regular. Es importante trabajar para prevenir la enfermedad con el fin de reducir los riesgos asociados. Entre ellos, el riesgo de sufrir ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, ceguera y amputación de las extremidades inferiores.
Los hallazgos del estudio estadounidense son especialmente importantes para las personas con prediabetes cuyos niveles de A1c son más altos de lo normal, pero aún no corresponden a niveles de diabetes. Aunque el estudio no prueba que una dieta baja en carbohidratos prevenga la diabetes, abre la puerta a otras investigaciones para mitigar los riesgos para la salud de las personas con prediabetes y diabetes que no se tratan con medicamentos.