Moléculas relacionadas con la adicción a la comida fueron identificadas por un equipo de investigadores españoles. Se trata de factores externos que modifican la forma en la que se expresan los genes. En algunos casos se pueden heredar y traspasar de padres a hijos. El estudio se realizó con ratones y voluntarios sanos a quienes registraron el grado de adicción a la comida mediante cuestionario.

Los investigadores identificaron mecanismos neurobiológicos que permiten el desarrollo de un comportamiento adictivo hacia la comida. Descubrieron que determinadas áreas corticales en el cerebro están implicadas en la pérdida de control de la ingesta. Unas pequeñas moléculas, llamadas microRNAs, que regulan la expresión génica de un modo complejo y dinámico, se hallaban alterados tanto en el cerebro de los ratones, como en el plasma de los humanos.

La investigación ha concluido que las moléculas identificadas están implicadas en procesos relevantes para la adicción a la comida. Tales como la digestión de lípidos i carbohidratos, los cambios morfológicos en el cerebro, la resistencia a insulina o incluso la adicción a determinadas sustancias, como las metanfetaminas.

La adicción a la comida, un trastorno cerebral crónico

Asimismo, se ha establecido dos componentes principales de la alteración de la conducta: la elevada motivación por la comida, y la búsqueda compulsiva a pesar de los efectos negativos de esta conducta.

Cabe recordar que la adicción a la comida es un trastorno cerebral crónico y multifactorial. Depende de la interacción de múltiples genes y factores ambientales y está relacionada con una pérdida de control sobre la ingesta que puede desencadenar obesidad y trastornos alimentarios.

El papel de la epigenética en la vulnerabilidad a la adicción a la comida abre la puerta a la identificación de biomarcadores para el diagnóstico precoz de la enfermedad y a la investigación de terapias futuras mediante la modificación de la expresión de los microRNA.

El trabajo, publicado en la revista Journal of Clinical Investigation, ha sido liderado por Rafael Maldonado y Elena Martín, del grupo de investigación en Neurofarmacología-Neurophar de la Universidad Pompeu Fabra y adscrito al Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), y José Manuel Fernández-Real, del grupo de Nutrición, Eumetabolismo y Salud del Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta (IDIBGI) y CIBEROBN.