Proteger la piel contra el frío nos ayudaría a prevenir también otros problemas dermatológicos, así como retrasar el envejecimiento cutáneo. La bajada de temperaturas hace que la piel contraiga sus capilares para mantener el cuerpo en calor, reduciendo el flujo de oxígeno y nutrientes a las células cutáneas. Esta contracción de los vasos sanguíneos hace que la regeneración celular no pueda llevarse a cabo correctamente y la piel esté más pálida y frágil. Esto, junto con factores como el viento, la sequedad ambiental y los choques térmicos, puede provocar irritación, aparición de rojeces, sensación de tirantes y aceleración del envejecimiento de la dermis.

Además, con el frío suelen empeorar ciertas patologías, relacionadas con la sequedad de la piel, como la dermatitis atópica y seborreica o la psoriasis. Para evitar que esto ocurra, es aconsejable extremar la hidratación durante los meses de invierno. Beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día y nutrir la varias veces al día la piel con cremas adecuadas. A continuación, enumeramos algunos  consejos de la dermatóloga de Quirón Salud, Dra. Nayra Patricia Merino de Paz.

 

Consejos prácticos para proteger la piel del frío

  1. Evitar lavar excesivamente las manos. Las dermatitis de desgaste que afectan al dorso de manos requiere el uso de guantes, hidratación y la aplicación de crema con efecto barrera.
  2. Utilizar productos neutros para el lavado de las manos, cara y cuerpo. Cuentan con un pH muy similar al de la piel humana.
  3. Evitar ducharse con agua demasiado caliente o fría. Evitar ducharse más de una vez al día, ya que esto aumentaría la deshidratación de la piel.
  4. Hidratar los labios y protegerlos de la luz ultravioleta. Los labios sufren mucho en invierno, más aún si se tiene alguna alteración de base (queilitis atópica, actínica…).
  5. No olvidar las gafas de sol especialmente en entornos de nieve, ya que refleja el 80% de la radiación solar.
  6. Usar guantes y prendas que abrigan. Especialmente aquellas personas con sensibilidad al frío que suelen padecer de sabañones (lesiones que aparecen en la piel de manos y pies inducidas por el frío) o fenómeno de Raynaud (dedos fríos de las manos de color blanco, azulado o rojo).
  7. Aumentar el consumo de vitamina C y antioxidantes.
  8. Evitar los cambios bruscos de temperatura (pasar del ambiente exterior frío al caldeado interior), ya que esto aumenta la posibilidad de aparición de capilares dilatados en la cara.