El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una enfermedad común y afecta una de cada diez mujeres. De hecho, se diagnostica con mayor frecuencia entre las mujeres en edad reproductiva. Las mujeres que lo sufren presentan ovarios quísticos en ecografía y están en mayor riesgo de desarrollar diabetes, síndrome metabólico, enfermedades del corazón y presión arterial alta. Además, presentan alternaciones en los ciclos menstruales, acné, caída de cabello y exceso de andrógenos, que explica la aparición de vello en la zona del mentón, las aureolas de las mamas o en la línea media del abdomen.
Un reciente estudio, presentado en el 24º Congreso Europeo de Endocrinología en Italia, ha puesto en manifiesto que el peso corporal durante infancia, la adolescencia y la edad adulta aumenta las probabilidades de desarrollar el síndrome de ovario poliquístico. Según la investigación, un IMC y niveles de grasa corporal que corresponden a un grado de sobrepeso u obesidad, así como la presencia de diabetes, influyen en el desarrollo del SOP. Se ha demostrado que las niñas con sobrepeso que lo corrigen en edad adulta son más propensas a desarrollar el síndrome. Es una enfermedad que puede empeorar la calidad de vida, provocar infertilidad, diabetes o complicaciones en el embarazo.
Dieta adecuada y suplementación con vitamina D e inositol
El control del peso durante la infancia es esencial. Así, como una dieta adecuada, rica en inositol (un tipo de hidrato de carbono al que se le confieren propiedades de pseudovitamina). Éste último está presente en legumbres, frutos secos, frutas como plátano, naranja o manzana, cereales y pan en sus versiones integrales. Los alimentos refinados no se aconsejan, ya que elevan de forma brusca la producción de insulina, pudiendo empeorar los síntomas.
Por otra parte, recientemente se ha relacionado la falta de la vitamina D con el SOP. La evidencia científica indica que entre un 67% y un 85% de las mujeres diagnosticadas con SOP tienen déficit de vitamina D en sangre periférica. Por tanto, sería recomendable la administración de suplementos de vitamina D con el fin de mejorar la ciclicidad menstrual, el hiperandrogenismo, algunos aspectos metabólicos y, en general, la fertilidad femenina.
Por todo ello, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) incide en la necesidad de que las instituciones y la sociedad conozcan trastornos hormonales como el SOP con el fin de fomentar un diagnóstico temprano para conseguir una mejora importante en la salud de la mujer.