Tener un sueño de calidad es clave para funcionar bien. La falta de un descanso nocturno reparador de calidad afecta negativamente a la persona. Se expresa en estados de nerviosismo, agitación, cansancio y mal humor. Cuando ésta perdura en el tiempo, puede dar paso a otras enfermedades, como obesidad, diabetes o hipertensión, pudiendo afectar también la salud mental. Se estima que más de cuatro millones de personas en España padecen algún tipo de trastorno de sueño crónico o grave, según la Sociedad Española de Neurología.
El tiempo de media que una persona adulta debe descansar por la noche oscila entre siete y ocho horas. Pero a la medida que avanza nuestra edad, tardamos más en conciliar el sueño, entre media y una hora aproximadamente.
Con el fin de concienciar la población sobre la importancia que tiene el buen descanso sobre nuestra salud, cada viernes anterior al equinoccio del marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño que este año transcurre bajo el lema “Sueño de calidad, mente sana, mundo feliz”.
Cuatro consejos clave para conciliar un sueño de calidad
1. Practica técnicas de meditación, concentración y respiración profunda.
Preocupaciones de lo que podría pasar, desencadenadas por las noticias del covid-19 o la guerra en Ucrania, nos “trasladan” en un escenario del futuro que no podemos predecir o controlar. Un efecto similar puede tener lamentarse por hechos pasados que no podemos cambiar. La concentración y la meditación son excelentes rutinas de relajación, porque nos en el cuerpo físico y nos ayudan a permanecer en el presente. Pues, tener un sueño de calidad es clave para funcionar bien a nivel biológico.
2. Opta por la lectura, si te vas a la cama temprano.
Las personas que tienen problemas para dormirse tienen una fase de sueño naturalmente retrasada y en torno a la medianoche. Por tanto, si nos acostamos antes de tener sueño, no adelantamos, ni ganamos nada. Sin embargo, podemos dedicar este tiempo a la lectura; está demostrado que tiene la capacidad de despejar nuestra mente de las preocupaciones del día y facilita la llegada del sueño.
3. Realiza ejercicio físico de forma regular durante el día.
La actividad física es de sumo beneficio para nuestro descanso. De hecho, la mala calidad del sueño se asocia con presión arterial alta y colesterol elevado. En concreto, según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) la actividad física aeróbica sería la más idónea para mejorar el sueño. Por tanto, ejercicios que aumentan la frecuencia cardiaca, como correr, caminar a paso ligero, montar en bicicleta o nadar, nos ayudan a combatir el insomnio.
4. Evita las pantallas digitales a la hora de acostarte.
Al menos una hora antes de irte a la cama, evita las pantallas (televisión, ordenador o teléfono móvil), porque la exposición a estos dispositivos digitales puede dificultar la conciliación del sueño. Se ha demostrado que el destello de la iluminación altera la melatonina, la hormona que induce la fase REM del sueño en la que nuestro cerebro se reorganiza y descansa.